La Opinión
EL CASO “MIROS-MANGO”. El 10 de marzo de 1955 hubo una conmoción en el mundo artístico y en el público en general al difundirse que ese mismo día fue encontrada muerta la actriz Miroslava Stern en su propia cama y con una fotografía del matador de toros español Luis Miguel Dominguín.
El investigador dijo entonces que la hermosa estrella fílmica se había envenenado con una substancia “aún no identificada”. Se agregó en esa ocasión que la artista, a quien también se conocía como “Miros-Mango” (por su exuberante belleza), originaria de Checoslovaquia, había sido descubierta tendida en la cama, que tenía una colcha blanquísima; se calculaba que había muerto unas 30 horas antes.
Se encontraron notas dirigidas a su padre, a su hermano y a un abogado. Pero en ninguna de ellas daba explicación alguna de su suicidio (versión que surgió de inmediato y que por lo general ha sido aceptada).
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