LONDRES (Reuters)
Los planes de boda del príncipe Carlos de Inglaterra y su novia de toda la vida, Camilla Parker Bowles, están convirtiéndose en una comedia de enredos, según dicen algunos observadores de la realeza.
Mientras los dos divorciados batallan por obtener el apoyo público para su boda, la cuestión de dónde y cómo se casará el heredero al trono está generando una pesadilla legal.
"No nos divierte," es la impresión que emana de la reina Isabel sobre la unión de su hijo mayor con la mujer que siempre fue acusada de destruir el matrimonio de Carlos con la glamorosa pero infortunada princesa Diana.
Mas...
|