Miami Herald
Tras ser desalojados por la policía de las ciudades, miles de violentos y peligrosos pandilleros o "mareros" han buscado refugio en las aldeas y caseríos de Honduras.
En esos lugares comienzan a desatarse asesinatos colectivos de familias completas, violaciones sexuales, vandalismo, robos y asaltos a viviendas y personas, de acuerdo a denuncias hechas a la policía por los afectados.
"Hemos detectado que muchos mareros han emigrado a las zonas rurales, donde están cometiendo acciones criminales en contra de las personas humildes... y no lo permitiremos", dijo en rueda de prensa el vocero de la Secretaría de Seguridad, subcomisario Leonel Sauceda.
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