El debate político
GARIFUNAS EN NUEVA YORK
Por Aníbal Delgado Fiallos
delgadofiallos@yahoo.com
Gracias a una generosa invitación de los hermanos garífunas, estuve con ellos en Nueva York durante cuatro días inolvidables.
Tuve la ocasión de abrazar a viejos amigos y de conocer a compatriotas que hace muchos años se fueron de Honduras, a muchos que nacieron allá pero que llevan muy dentro el calor de esta patria y a jóvenes que trabajan y estudian.
Hablamos de muchas cosas: de la importancia de sus remesas, de los malos gobiernos, de la corrupción, del SIDA, de la delincuencia, del narcotráfico, de sus comunidades, del rescate de sus tierras, y, ¿porqué no?, del futuro.
Noto en la comunidad garífuna en Nueva York una información muy seria sobre los problemas de Honduras, pero aún más, una inquietud auténtica por soluciones de fondo, y un gran espíritu cívico.
Como todos los emigrantes veneran la bandera y la virgen de Suyapa, cantan el himno con la garganta atenazada por la emoción y lloran por la patria ausente en sus momentos más sensitivos.
Pero lo que es grande en ellos como comunidad es que van mucho más allá: hacen propósitos firmes por involucrarse con nobleza en la solución de los problemas nacionales.
Viven dignamente y trabajan con ejemplar disciplina. En sus horarios apenas hay tiempo para tomar aliento. En el laboratorio, en la fábrica, en la oficina, en el estudio, en el aula, donde sea que trabajen, allí están puntuales ganándose el pan o formándose como profesionales y técnicos.
En sus horas libres muchos de ellos se integran a sus organizaciones a discutir y trabajar por la patria y sus comunidades.
Sus ingresos son compartidos con los que quedaron aquí, y sus remesas son, además, aportes valiosos a la economía nacional. En conjunto serán en 2003 cerca de los mil millones de dólares, más que la exportación de banano y de café y más que la maquila.
Pero ¡ay!. Los conductos financieros por donde fluyen esas remesas no sólo se quedan con porcentajes multimillonarios, en muchos casos a los recipientes aquí en Honduras les pagan el dólar a tasas muy inferiores a la oficial... ¡El negocio es fabuloso!.
En la comunidad garífuna de Nueva York hay trabajo y sueños pero, sobre todo hay determinación por labrar un gran futuro para la nación.
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