La Tribuna

Edmonton, Canadá.- A las 6:00 de la tarde la bicolor salió rumbo al Clarke Stadium. Una ligera llovizna y un frío como el del martes anterior, 8-9 grados centígrados, fue el primer escollo por salvar para la selección nacional. El equipo se enfundó en buzos con sudaderas gruesas y sobre las mismas, chumpas térmicas.
El Clarke luego entonces se convirtió en el centro de preparativos para la última batalla. Eso fue durante un espacio de una hora. Luego el equipo se trasladó al Commonwealth para un reconocimiento de por lo menos 20 minutos. No se hizo por más tiempo para evitar algún resfrío para el equipo.

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